Son cada vez más las personas que acuden a un tratamiento de ortodoncia para mejorar el aspecto y funcionalidad de su dentadura. Con el paso del tiempo, estos tratamientos han perfeccionado sus técnicas, por lo que en la actualidad los pacientes pueden ver resultados satisfactorios más rápido de lo que se imaginan, uno de los muchos beneficios de la ortodoncia. A continuación, te contaremos todo sobre la ortodoncia y la importancia de contar con planes para este tipo de intervenciones.
¿En qué consiste un tratamiento de ortodoncia?
La ortodoncia es una especialidad dentro de la odontología que se encarga de estudiar, prevenir y corregir las alteraciones en el desarrollo de los dientes, la posición de los maxilares y las formas de las arcadas dentarias. Esto, con el fin de equilibrar la boca y la cara en términos morfológicos y funcionales; lo que conlleva a mejorar la estética facial del paciente.
Así las cosas, la ortodoncia tiene como objetivo desarrollar la movilidad de los dientes mediante la normalización oclusal, o desplazando del todo el conjunto dentario para corregir trastornos funcionales que puedan afectar la masticación.
En el caso de la oclusión, esta se basa en las relaciones de contacto que hay entre los dientes de las dos arcadas; es decir, entre la dentadura de la parte superior y de la parte inferior de la boca. Por su parte, cuando hablamos de ortodoncia de tratamiento correctivo, hacemos referencia a aquella que subsana una maloclusión consolidada.
Los tipos de ortodoncia
Con el fin de buscar el tratamiento ideal para cada paciente en el que su estética y salud bucal se vean sustancialmente mejoradas, podemos encontrar tres tipos de ortodoncia, estos son:
Los aparatos funcionales
Cuando hablamos de aparatos funcionales, estamos haciendo referencia a distintos tipos de aparatos dentales removibles que son diseñados para modificar la posición de los distintos grupos de músculos que repercuten sobre la posición y la función de la mandíbula, a fin de aumentar su longitud.
Generalmente, este tipo de aparatos se recomiendan en momentos de la vida en que las personas tienen todavía su dentadura temporal o la mixta. Son los que se usan en un comienzo para modificaciones funcionales, pero dando lugar posteriormente a cambios profundos y estructurales.
Los aparatos fijos
También conocidos como brackets, los aparatos fijos son elementos metálicos o cerámicos que se pegan a los dientes y que emplean arcos de metal que los atraviesan. Su objetivo es el de desplazar de forma individual cada uno de los dientes en la dirección en que se considere necesario. Estos se fijan mediante una técnica de colocación precisa, a fin de lograr que cada diente se mueva adecuadamente en función del plan de tratamiento.
Los brackets se recomiendan en los casos de personas que tienen una mala posición dentaria, dientes rotados, espacios amplios entre los dientes que deberían cerrarse, entre otras posibilidades. Hoy en día, los brackets pueden ser metálicos o pueden ser estéticos, como se nombra a los de cerámica translúcidos o transparentes.
Los aparatos removibles
Finalmente, los aparatos removibles son aquellos que deben utilizarse la mayor parte del tiempo pero brindan la posibilidad de retirarlos para comer. Son opciones que aplican presiones controladas sobre los dientes que se desea mover, utilizando la acción de ciertos mecanismos activos como arcos, resortes o tornillos.
Las ventajas y beneficios de la ortodoncia
Muchas veces, las personas pueden dudar en seguir tratamientos de ortodoncia, debido a que sienten que pueden llevar mucho tiempo y les afectará en términos estéticos. No obstante, la ortodoncia trae inmensos beneficios para la calidad de vida de las personas. Algunos de los más importantes son:
- Menor riesgo de sufrir caries dentales por menos dientes apiñados.
- Menos desgaste en los dientes por una buena alineación entre ellos que hace que su choque sea natural y adecuado.
- Menor movilidad y sensibilidad dentaria.
- Menor riesgo de sufrir enfermedades periodontales.
- Menores posibilidades de sufrir bruxismo o corrección en este.
- Más capacidad de masticación.
- Mejor limpieza por la buena posición de los dientes a la hora de lavarlos.
- Menos dolores de oído, cabeza y espalda relacionados a los dientes.
- Mejor estética y, por lo tanto, mejor autoestima al sonreír.
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