A lo largo de todas las etapas de la vida, la salud bucodental es algo muy importante para el correcto desarrollo y bienestar. Sin embargo, esto es especialmente valioso a lo largo de la infancia, cuando tanto los dientes como las encías y los huesos de la boca en general se están desarrollando. Por eso, acudir a una revisión odontológica con frecuencia, sin esperar a que se presenten problemas, es una responsabilidad de las familias.
¿Por qué es fundamental promover la revisión odontológica en los niños?
Cuando se lleva a los niños a una primera cita de odontología general o pediátrica, lo primero que se hace es establecer una historia médica. A partir de esta, se busca dejar constancia de la situación bucodental del niño al momento de la consulta, de sus antecedentes familiares y factores de riesgo, a tener en cuenta.
Es una instancia en la que se observa si hay alteraciones en la mordida, caries u otras anomalías posibles a esa edad. Además, es la mejor manera de inculcar en los niños la importancia de la higiene dental, cómo llevarla a cabo adecuadamente, qué hábitos son mejores para la salud de los dientes y las encías, entre otras cosas.
¿Cuándo se debe llevar a los niños a sus primeros servicios odontológicos?
Una de las dudas más frecuentes respecto de este tema es cuándo llevar a los niños a su primera revisión odontológica. Una idea que ha circulado durante mucho tiempo sostiene que es necesario esperar a que los niños tengan todos los dientes, llevándolo al odontólogo recién por el tercer o cuarto año de vida.
Sin embargo, desde hace tiempo se ha comprobado que esto es un error y que se pueden dar y detectar muchos problemas en los dientes tiempo antes. Por eso, se recomienda llevar a los niños a su primera consulta odontológica durante el primer año. En caso de detectarse problemas, estos pueden encararse de manera más efectiva y evitar tratamientos prolongados y traumáticos en el futuro.
¿Cómo acompañar la primera consulta odontológica de los niños?
Las personas adultas estamos acostumbradas a acudir al odontólogo a lo largo de nuestra vida, aun así, suele ser algo molesto. Para los niños puede ser peor y generar mucho temor. Por eso, es muy importante saber cómo acompañarlos en esta primera instancia.
El temor de los niños al odontólogo es algo casi generalizado. Desde la silla hasta el sonido de las herramientas y el ambiente en general pueden generar un ambiente incómodo. Por eso, mientras desde más pequeños, los niños se acostumbren a este espacio, mayores serán sus posibilidades de adaptarse y comenzar a pasarlo mejor con el paso de los años. Es importante hacer un esfuerzo por sembrar la confianza del niño en su odontólogo desde la corta edad, por lo que, primero, hay que buscar un especialista con el que el niño se sienta cómodo.
La importancia del cuidado de los dientes de leche
Un error muy común es el de pensar que, porque los dientes de leche van a caerse, estos no necesitan de los mismos cuidados que los dientes definitivos, lo que permitiría espaciar las consultas. Sin embargo, esto no es cierto. Los niños pequeños que aún tienen sus dientes de leche son proclives a desarrollar caries, al igual que aquellos con dientes definitivos. Esto no solamente generará molestias y dolor, sino que puede repercutir en mayores problemas. Por eso, es crucial acudir a las citas con el odontólogo de forma frecuente y preventiva.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que los dientes de leche ocupan el espacio que luego será ocupado por los dientes definitivos. Por eso, si estos dientes llegasen a perderse de modo incorrecto o antes de tiempo, el resto de las piezas pueden empezar a moverse, limitando el espacio para la aparición de los futuros dientes y llevando, así, a la necesidad de ortodoncia en una edad mayor.
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